Sin duda vivimos tiempos mejores que nuestros padres y abuelos. La tecnología nos ha proporcionado mayor calidad y esperanza de vida. Se han creado y mejorado vacunas, antibióticos y tecnología para que podamos vivir más y mejor.

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Sin embargo, eso no significa que el área de la salud haya dejado de esforzarse por innovar. Por el contrario, los desafíos ahora son diferentes; por ejemplo, para los exámenes de tomografía computarizada (TC) y resonancia magnética (RM), equipos cada vez más modernos y tecnológicos exigen profesionales especializados, además del desafío de ampliar el acceso reduciendo costos. Para hacer frente a esos desafíos, el Consejo Colectivo de la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) decidió añadir una nueva sección a su resolución sobre teleradiología y control remoto de equipos. En concreto, en el artículo 70, Anvisa incluyó que "el criterio principal para elegir un procedimiento telerradiológico debe ser el beneficio y la seguridad del paciente".

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Sabemos que el funcionamiento a distancia conduce a una mayor calidad -debido a la posibilidad de formación y estandarización de protocolos- y a la seguridad del paciente, tanto en el examen como en lo que se le suministra. Invertir en control remoto debe ser un compromiso firmado hoy para el largo plazo, ya que las oportunidades de mejora siempre estarán presentes con un retorno significativo. Para saber más, consulte el artículo completo escrito por Gustavo Meirelles en colaboración con José Leovigildo Coelho.